domingo, 16 de mayo de 2021

SAN PASCUAL BAILÓN, CADA 17 DE MAYO EN CORELLA.

Hace unos años realicé un estudio sobre la iconografía de San Pascual Bailón en la que destacaba grabados, medallas así como las reliquias del santo que se conservan en nuestra ciudad. Hoy no sólo me limito a publicar dicho escrito (del que algún cofrade tiene ya fotocopia) sino que también quiero ampliar si cabe algo más de información.

Procesión de San Pascual Bailón a mediados del siglo pasado.

Hablé con varios encargados de la cofradía para hacer un estudio completo sobre su origen, número de cofrades, evolución... registrado en los libros primeros de actas de dicha cofradía pero la falta de tiempo para su estudio y el quedar con dichos miembros me lo ha impedido. ¡Espero que no lo dejemos pasar muchos años más!

De la biografía de San Pascual Bailón sabemos que en el siglo se llamaba Pascual Baylón Yubero, nacido el 24 de mayo en 1540 y falleció en Villarreal (Castellón) el 17 de mayo de 1592 a los 42 años de edad. Es el patrón de las asociaciones eucarísticas, de la Adoración Nocturna así como de todos los cultos relativos a la Sagrada Eucaristía.

San Pascual Bailón, patrón de las asociaciones eucarísticas.

Hasta los siete años permaneció en su localidad natal y desde entonces hasta cumplir los veinte vivió en Alconchel de Ariza junto con Martín García (vecino de dicho pueblo). Pascual se dedicó al pastoreo de ovejas y además aprendió a leer y a escribir de forma autodidacta gracias a la ayuda de los devocionarios.

Después emigró a trabajar para Aparicio Martínez a Monforte del Cid (Alicante) y tras el "milagro de la aparición" ingresó en la orden franciscana y más en concreto en el convento de Nuestra Señora Orito en la pedanía de Monforte. Vistió los hábitos en 1564 en el convento de San José y profesó en Orito el 2 de febrero de 1565.

El mencionado milagro se produjo en la Ermita de la Aparición, donde San Pascual tuvo la visión de Jesucristo hecho Eucaristía. De ahí que fuera nombrado como el patrón de la Eucaristía y de los Congresos Eucarísticos.

Le son atribuidos otros milagros como la multiplicación de pan para los pobres, la curación de enfermos, el don de la profecía y el que narra cómo de una piedra manó agua para los pobres. De acuerdo con los escritos, nos narra que a veces sentía tanta alegría orando que se ponía a bailar (así algunos creen que su apellido es apodo por su comportamiento ante el Santísimo).

Carta que envía Pedro Vicente y Gúrpide junto con la reliquia del Santo a Corella.

Algo curioso sucedió durante su misa funeral o de réquiem ya que mientras la consagración, se le abrieron los ojos para adorar al Santo Sacramento de la Eucaristía.

Era una persona sencilla, asceta y místico, que vivió su fe a través de la caridad y defendió la presencia real de Jesucristo en la Sagrada Comunión ante los ataques de los protestantes hugonotes cuando le tocó cruzar Francia al ir como mensajero del provincial de su orden.

De su puño y letra salieron dos devocionarios para su oración y examen personal que fueron editados en el año 2000 bajo el título de Opúsculos de San Pascual Bailón. El primero de ellos fue regalado a Felipe II y el segundo se conserva en la Basílica de San Pascual de Villareal. La misma tradición cuenta que el mismo San Pascual pasó por Corella, de ahí que haya tenido tanta devoción en la ciudad del Alhama.

El santo de hoy fue beatificado por pablo V el 19 de octubre de 1618 y canonizado por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690. El papa León XIII lo declara patrón de los congresos eucarísticos el 28 de noviembre de 1897. 

Detalle de la bandera de la Adoración Nocturna Mixta de Corella que tiene por patrón a San Pascual Bailón.

Sus restos fueron quemados en la Guerra Civil y gracias a Dios se han conservado sus cenizas colocadas en un sepulcro del escultor Vicente Llórens Poy en Villareal.

Pasando ahora a cómo llegó la devoción de San Pascual Bailón a nuestra ciudad de Corella debemos tener algunas consideraciones:

En la Iglesia Católica de Roma en el año 1669 (año en el que se firma la auténtica de la reliquia enviada a Corella) ocupa la sede Pontificia el papa Clemente IX, por lo que sabemos que pudo haber cierta competitividad entre la devoción a San Pascual Baylón (a la espera de ser canonizado) y San Pedro de Alcántara (canonizado precisamente ese mismo año). El puntual acontecimiento y competencia fomentó la distribución de reliquias de San Pascual Bailón a tierras navarras, por las que había pasado en su camino hacia Francia.

Detalle de la escultura de San Pascual Bailón. Parroquia del Rosario, Corella.

Justamente ese mismo año, algo no menos importante ocurría en Corella el mismo año de 1669, en el que las Religiosas Benedictinas pasan a ocupar el Convento de la Encarnación de Nuestro Señor bendecido en 1664 y sufragado por Pedro de Baigorri, Gobernador de Buenos Aires y que, precisamente, fruto de las casualidades, fallecía el 13 de octubre del mismo año en Buenos Aires. El mismo convento recibirá una de las reliquias que se conservan en Corella de San Pascual Bailón.

Por ello, la llegada a Corella de reliquias de dicho santo fue el impulso necesario para la fundación de dicha cofradía.

Custodia sobre ángeles que adora San Pascual Bailón en el retablo. Parroquia del Rosario, Corella.

Ahora, me centro en la iconografía de San Pascual Bailón. Las formas de ver simbólicamente al religioso franciscano son muy diversas, comenzando tal y como escribió Jacobo (Santiago) de la Vorágine en su "Leyenda Dorada": "Un hombre en actitud orante, con el diurnal en la mano, un callado en la otra (símbolo de la cita evangélica: "Pedro, apacienta mis ovejas" en Ev. San Juan 21, 17) así como siempre enfrentado a una custodia o viril".

Si nos referimos a esta descripción, podemos apreciar que en las litografías propias del S. XVIII tales como la siguiente, se aprecia a San Pascual entre un rompimiento de gloria y en la parte inferior de la misma, aparecen tres ovejas, símbolo de los fieles cristianos, como diría San Agustín en el Sermón 47: "El Señor es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que Él guía". Por otra parte, el misal o diurnal no debemos olvidar que es el soporte de la inclinación del hombre hacia Dios y más concretamente, representado en el místico de la Eucaristía o el Padre de los Congresos Eucarísticos. Recordemos que escribió dos devocionarios.

San Pascual Bailón, obra de Juan Bernabé Palomino, 1766.

Existen múltiples litografías de la advocación de S. Pascual Bailón y su influencia en Navarra. Ya en el siglo XVIII, se representó al santo según una pintura de Vicente de Berdusán, de Matías Guerrero o incluso de Bayeu.


La litografía número 5 (señalada con una flecha) fue utilizada por la Cofradía de San Pascual Bailón de Corella en el año 1859, siendo alcalde de la misma D. Saturio Huerta Gil y la litografía número 6 fue utilizada en 1903 para invitar a un chocolate por la tarde como conmemoración del Santo Patrón.


Según referencia en libro Ibid. Cuentas de la cofradía nº 2 de 1712, folio 33v. aparece el pago de medio ducado por la "expedición de 20 medallas de plata con la imagen de S. Passcual que han de fa(cer)rse en la forma acordada de óvalo por tamaño de 3 cm de máximo y que se entregarán para el día 6 de mayo con objeto de que puedan lucirse en la n(ove)na".

Reliquia de San Pascual Bailón. Procede del Monasterio de San Benito de Corella. Hoy en colección particular.

Entre las reliquias inventariadas que existen en Corella cabe destacar las siguientes:
  • Reliquia de la Cofradía de S. Pascual Bailón de Corella, enviada a la Parroquia del Rosario de Corella el Domingo día 27 de julio de 1670 por fray Pedro Vicente y Gúrpide (custodio del convento de San Juan de Rivera en Valencia y corellano de nacimiento). Es un relicario de sol, en plata y con forma circular que sustituye al original de forma piramidal que en origen fue realizado en madera. En su interior alberga una borla del cíngulo del santo así como una muela. Conserva patente lacrada en la parte trasera de la misma. Merece la pena hablar sobre dicha reliquia en otra ocasión dada la cantidad de explicaciones que aportan los 11 folios que acompañaron el envío.
  • Reliquia de San Pascual Bailón de los PP. Carmelitas de Corella, recibida el 16 de julio de 1900 y procedente del convento de los PP. Carmelitas de Azkoitia. Es un relicario pequeño, circular, que contiene fragmentos "ex ossibus et capillos" del Santo (de hueso y pelos). Requiere porta-relicario para poder darse en veneración.
  • Reliquia de las MM. Benedictinas. Con motivo de su marcha de Corella, la entonces Madre portera Sor Margarita Atienza entregó a una familia de Corella la reliquia de San Pascual Bailón, que según expresó, tuvo gran devoción antaño en la ciudad y la llevaron cuando los Franceses para evitar robos. Debería quedar siempre en Corella y por ello, la entregó. De características similares a la de los PP. Carmelitas y requiere porta-reliquia para la veneración a los fieles.
Reliquia de San Pascual Bailón. Cordón y muela del santo. Cofradía, Corella.

Estos son unos breves rasgos del recorrido iconográfico que ha seguido la cofradía de San Pascual Bailón de Corella y que, desde aquí, expresar mi deseo en que cada año, la cofradía intente acercarse más a sus orígenes allá por 1670 cuando el Concejo de Mesta corellano creó el patronato de dicha cofradía. Por ello, animar a recuperar algo perdido en el santo procesional que luego mencionaré, el famoso misal-diurnal de piel de becerro que tantos años llevó en las manos que un día tallara Celedonio Gastea e Irigoyen. Constancia existe en las memorias de los corellanos de elevada edad de aquel mencionado libro y que un día, por los azares de la historia reciente, se perdió. De la misma forma, y ya para ser más precisos, cabría recuperar aquellos tres corderos blancos de madera cubiertos de lana blanca que rememoraban el famoso Concejo de Mesta de la España del S. XVII y que, durante décadas iban colocados en las andas procesionales de la cofradía corellana.

Fotografía realizada en la exposición "La liturgia a lo largo de los Siglos en Corella" en el año 2011 en el Convento del Carmen de Corella. En la sección de Cofradías se expuso la imagen procesional y estandarte de San Pascual Bailón. Ahí se puede apreciar que le colocamos un libro de similares características a las que comento, con mi deseo de que se recupere el portar dicho libro. También desde aquí agradezco nuevamente a la cofradía la cesión que nos hicieron del santo para poder estar expuesto.

Dado que en este escrito me estoy alargando más de la cuenta, trataré de ser breve a la hora de dar a conocer un poco más a fondo el patrimonio que tiene la cofradía entorno a su santo protector.

Retablo de San Pascual Bailón. Parroquia del Rosario, Corella.

En primer lugar y como máxima obra patrimonial de la cofradía se encuentra el bellísimo retablo dedicado al Santo en la Parroquia del Rosario. Tal y como figuran en los protocolos notariales de Antonio Serrano del 28 de agosto de 1672, se llamó al escultor tudelano Francisco de San Juan y Velasco (que años más tarde construiría y residiría en el palacio de los San Juan de la calle Mayor). El contrato de construcción del retablo lo firmó el escultor junto con los mayorales con cláusulas como que ha de ser de madera de pino de Ebro, que quedará instalado para el 8 de mayo del año siguiente bajo pena de 20 ducados de multa a descontar del precio estipulado de 1.900 reales.

Era propio que la procesión de San Pascual tuviera gaiteros, como recogen los libros de la Cofradía así como que se danzara un baile característico delante del santo. Las mujeres llevaban flores amarillas (tipo colza) propias del mes de mayo decorando sus cabellos.

Detalle de la imagen procesional de San Pascual Bailón de Corella.

A ese contrato, se acompañó de otro por el que los mayorales y pastores que habían encargado la obra y abonado los primeros 740 reales se hacían responsables solidarios de los 10160 reales restantes.

Al poco tiempo, el 2 de julio de 1675 se erige canónicamente la cofradía, aprobando sus estatutos y se establece como exigencia, que el día de San Pascual se han de reunir los pastores en la parroquia "donde tienen puesto con licencia de la ciudad el altar y retablo del santo".

Detalle del lienzo de Cristo Crucificado ubicado en el cuerpo ático del retablo de San Pascual Bailón. Parroquia del Rosario, Corella.

Gracias al libro primero de la cofradía, podemos saber que el retablo estuvo sin dorar hasta 1693, año en que se acordó ahorrar el gasto ocasionado por el "toro con maroma"(conocido como vaca ensogada) que se corría el día del Santo, con el fin de poder dorar el retablo completamente.

Lámpara de plata para sagrario procedente de la Cofradía de San Pascual Bailón. Parroquia del Rosario, Corella.

El retablo es uno de los más antiguos que hay en Corella realizados con columnas salomónicas. Puede considerarse el más elegante y de talla profusa y esmerada, teniendo detalles que luego se podrán ir viendo en un barroco más tardío.

Rica decoración de yeserías que enmarca el retablo de San Pascual Bailón. Parroquia del Rosario, Corella.

En el cuerpo ático se encuentra un lienzo de Cristo crucificado de autoría desconocida y en el banco, como apaño de última hora, se guarda una puerta de sagrario con el retrato de San Ignacio de Loyola. Es un retablo de los más considerables de dicho templo, ubicado en el transepto derecho junto al armonium. Algo que ornamenta mucho la ubicación del retablo es la rica moldura de yeso que lo inserta  en una especie de arco. Fue limpiado recientemente por Miguel Ángel Segura Ruiz de forma altruista dado el fervor de su familia hacia San Pascual Bailón. 

Ubicación del retablo de San Pascual Bailón en el lateral (transepto) derecho. Parroquia del Rosario, Corella.

Las esculturas de San Pascual son de hechura bastante tosca, forzosa especialmente la del retablo con el fin de que mire a la custodia sostenida por dos angelotes colgados en la columna izquierda del retablo. Tiene corona de plata y policromía estofada en el vestido. La imagen procesional, es de escasísima calidad artística aumentada su desgracia más si cabe, con aquel barniz de color que le dieron sobre manos, cara, etc. Realmente la imagen procesional necesitaba una restauración para devolver la gracia popular que un día tuvo y que perdió quedando tostado como si al sol hubiera estado. El año pasado me llevé grata sorpresa cuando me comentaron que había sido restaurado por el artista Miguel Vallés, tío de la actual alcaldesa Laura Bea. ¡Enhorabuena!

Andas procesionales de San Pascual Bailón de Corella.

En el inventario de objetos de la cofradía realizado en 1826 se dice que "todavía permanece la corona de plata, el pendón, dos imágenes del santo (una para las procesiones y otra para el altar), tres manteles y una de las lámparas de plata que están en el altar mayor (puesta allí a causa de haberse llevado los franceses las de la parroquia)". Del citado inventario, salvo los manteles, se conserva todo de forma íntegra. Junto con lo comentado, se conservan las andas procesionales así como la reliquia.

Estandarte de la cofradía de San Pascual Bailón. Corella.

Finalmente, acabo dando la enhorabuena a todos los cofrades de dicha entidad, por seguir manteniendo vivo el culto a San Pascual Bailón aunque al menos sea una vez al año. También quiero felicitar a todos los Pascuales de nuestra ciudad y no por menos, a todos los cristianos, ya que San Pascual Bailón es el santo que nos enseña a mirar a Jesús bajo las especies del pan y del vino. No se quedan sin mi felicitación los pastores de Corella, que aunque son pocos, siguen imitando la sencillez y humildad de San Pascual.

Felicidades también a todos los miembros de la Adoración Nocturna de Corella que me toca presidir.

Enhorabuena a la alcaldesa, Laura Bea Vallés, que por dos años consecutivos sigue siendo la titular alcaldesa de la Cofradía a la espera de que definitivamente la pandemia deje celebrar su fiesta en condiciones. A pesar de todo, este año, se celebrará la Salve en la Parroquia de San Miguel el viernes 21 y el sábado la misa de Hermanos a las 10 horas. Enhorabuena por tanto a la familia de Laura, con la que me une gran relación y cariño por su abuela Araceli.

Laura Bea Vallés (alcaldesa) con su tío Miguel, restaurador de la imagen y andas.
Laura Bea Vallés (alcaldesa) con su tío Miguel, restaurador de la imagen y andas.

Que mañana todos sepamos ver en la fiesta de San Pascual Bailón un anticipo de otra fiesta próxima y totalmente relacionada con el tema como es el Corpus Christi que el mismo santo de hoy nos propone.

San Pascual Bailón, ora por nobis.


                                                                               ©Andrés J. Sanz Fernández (17-5-2021)



martes, 23 de febrero de 2021

FERMÍN PATER OFFERIMUS OB MEMORIAM.

IN MEMORIAM

Fotografía del P. Fermín el día 15 de octubre de 2020.

Con lágrimas en los ojos, solo me queda dedicar unas sentidas palabras a una gran persona que hoy nos ha dejado, conocido en Corella como P. Fermín. 

Fermín Mateo Atienza nació el 17 de febrero de 1929, en el seno de una familia cristiana de Corella, siendo hijo de Luis Mateo y Felisa Atienza. Fue bautizado en la Parroquia del Rosario y desde niño siempre mostró interés por la cultura y los estudios, tal es así que a temprana edad fue al colegio de los Padres Carmelitas, donde comenzó su carrera religiosa como fraile Carmelita, tomando el hábito en el Noviciado de Larrea un lejano 6 de septiembre de 1944, a la temprana edad de 15 años, junto a varios corellanos entre los que encontramos al difunto P. Matías Bermejo, a Jesús Ayala Arnedo así como al P. Jesús Delgado (“Piri”).


Recibió la profesión simple el 8 de septiembre de 1945, haciendo su profesión solemne el 9 de abril de 1950 en el convento de Begoña - Bilbao. Finalmente, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1952 en el convento de Bilbao, siendo ese mismo año destinado al Cercado de Lima (Perú) al que llegó el 26 de enero de 1953.


Recibió el nombre religioso de Fr. José Vicente de la Sagrada Familia.


El P. Fermín bendiciendo el belén del Crucero, en la Navidad de 2011.


Como curiosidad, podemos decir que celebró su primera misa en el Convento del Carmen de Corella el día 15 de julio de  1952 (durante la Salve Solemne), a los pocos días de su ordenación sacerdotal y, ese mismo año, el día 29 de septiembre predicó en la Misa Mayor al patrón San Miguel de Corella.


Allí en Perú estuvo al servicio de varias parroquias, conventos y como capellán de las Madres Carmelitas durante 34 años siendo muy querido por su labor y destacando siempre por sus proyectos. Llegó de nuevo a España en 1987 y fue destinado a Logroño como conventual. 


En el convento de Logroño estuvo casi 10 años, siendo desde el 2 de marzo de 1987 vicario conventual, luego vicario parroquial desde el 17 de diciembre de ese mismo año y, finalmente, superior del convento de durante 4 trienios (1987 - 1990, 1990 - 1993, 1996 - 1999 y 1999 - 2002).



Y ya en el año 2002 regresó a su querida ciudad natal, donde residió en el convento de Corella, ostentando cargos de Superior, Vicario y Ecónomo, cargo último que ejercía hasta la actualidad.


Así ha sido la vida del P. Fermín, primero en Corella siendo niño, después durante su etapa estudiantil en Larrea, Begoña y Bilbao, pasó gran parte de su vida en Perú, de donde siempre tuvo buenos recuerdos y ya, en su retiro, regresó a España para servir en Logroño, donde llevó grupos de oración hasta que finalmente, volvió a su querida Corella.


En este caso, nos vamos a centrar en lo que más nos ha tocado vivir en compañía del P. Fermín en Corella. 


Siempre ha sido celoso por el bien del convento corellano, tratando de adecuarlo a la vida actual, durante sus periodos como Superior realizó grandes reformas en la Iglesia, como cambiar el suelo del templo, reformas en la instalación eléctrica, la restauración de todos los retablos, adecuación del oratorio, etc. siempre buscando la estética y la calidad. Por lo que podemos decir que ha sido uno de los Superiores más prolíficos del convento corellano. 


No solo destacó a nivel religioso, ya que podemos calificarlo como “persona polifacética” pues desde que llegó a Corella ingresó como miembro del Orfeón Virgen del Villar, cantando en todos los conciertos navideños, en las Siete Palabras, etc. así como en muchas ocasiones tocando el órgano y acompañando al Orfeón en novenas, misas, etc. así como miembro de la extinguida Capilla de Música de la Parroquia de San Miguel, en compañía de Antonio Arellano (Varillas), Julián Librada, Manolo Corpas, José Izal...



También en el convento amenizaba las misas tocando el órgano y con su portentosa voz daba solemnidad a las celebraciones.


Una vez destacada la faceta musical, toca pasar a la faceta histórica y cultural, ya que fue un gran mecenas de la casa, pues clasificó el archivo, procuró siempre dar a conocer la historia del convento, que este año celebra su 425 aniversario, recuperó numerosos objetos antiguos, sacó a la luz tres sepulturas del suelo de la iglesia, etc. muchas veces ayudado por los dos Joaquines (Joaquín Ausejo, Joaquín Agudo y el hermano Pedro Mª Bustinduy).


Joaquín Ausejo, Hno. Pedro y P. Fermín durante las obras de la Iglesia del Carmen, año 2003. Fotografía de Miguel Ángel Segura.


En el año 2005 fue el que junto con la difunta Madre Leonor (Superiora del Convento de Araceli) nos animó a un grupo de entusiastas a refundar la Asociación de Belenistas, de la que fue socio fundador así como Capellán, acompañándonos en las bendiciones de belenes, reuniones de la Asociación, aconsejándonos con su criterio religioso y su buen gusto en todos los belenes que montábamos.


Reunión de la Asociación de Belenistas de Corella en el año 2007.


Siempre ha sido celoso por las cosas bien hechas, le gustaba tener la Iglesia limpia, en orden, decorada con mucho gusto, se preocupaba por las cosas más pequeñas (comprar flores, cohetes, restaurar cálices…) y también por las más profundas, pues en él siempre encontrabas una palmada en la espalda en los momentos de desánimo. Su semblante era serio pero su corazón era acogedor y bueno.


Visita a Vitoria y fotografía en el parque de la Florida, diciembre de 2007.


Ahora, mientras continúo escribiendo estas líneas, me vienen a la cabeza multitud de momentos vividos con él, como aquellas veces que me recordaba cómo yo de niño iba yo con mis padres al convento a ver la Iglesia, o las explicaciones que él me daba de las restauraciones que se llevaban a cabo. También recuerdo los viajes a Vitoria para ver la exposición de belenes, la misa en honor a San Francisco de Asís cada 4 de octubre, etc.


Reunión de la Federación de Belenistas de Navarra en Corella, bodegas Camilo Castilla, 9 de febrero de 2008.

Ha sido una persona llena de actividad hasta sus últimos momentos, pues cada mañana se levantaba a las 6:30 para estar puntual en el rezo de Laudes a las 6:50 horas, iba a diario a comprar el pan, a correos y a los bancos, asistía con frecuencia a confesar a las Madres Carmelitas de Cabretón así como celebraba su misa diaria y ayudaba en la Parroquia tanto en misas como en confesiones. Fue durante bastantes años capellán de la Residencia de Ancianos - Hogar San José, donde celebraba a diario la misa de 11 horas. Era quien durante años celebraba la misa cada 30 de noviembre en el cementerio y el que lanzaba los cohetes para la novena y fiesta de la Virgen del Carmen. A su vez llevaba las cuentas del convento, utilizada el ordenador, impresora y medios actuales, pues le gustaba estar al día con las tecnologías.


El desenlace comenzó en fecha señalada, pues el 24 de diciembre celebró la misa de 8:30 de la mañana, por la tarde tocó el órgano en la misa de Gallo con alegres villancicos y esa noche, una mala caída hizo resentir su salud, deteriorándose hasta llegar a hoy, en que ha pasado a la Gloria del Padre, con 92 años bien vividos y al cumplir casi 70 años de sacerdocio.

Hablar bien de una persona tras su fallecimiento es tarea fácil, por ello, quiero que sirvan estas letras únicamente para agradecer si cabe la gran labor realizada por el P. Fermín, con quien he convivido y tratado durante 20 años. 

No me corresponde a mí mostrar más elocuencia sobre su persona, sus virtudes y sus buenas obras, pues tomando la célebre locución latina "Te decet hymnus Deus, in Sion" (“En Sion cantan dignamente tus alabanzas”) de eso ya se encargará Dios por mediación de la Virgen del Carmen a la que profesaba gran devoción y a la que todos los días imploraba.

El P. Fermín se nos ha ido, pero su historia, labor y su memoria quedarán vivas por generaciones en nuestra ciudad de Corella, ya que el reflejo de su labor lo podemos ver en la Iglesia Conventual.

La misa funeral tendrá lugar el miércoles día 24 de febrero en la Iglesia del Carmen de Corella a las 17:30 horas, siendo después enterrado en el mausoleo que los Padres Carmelitas tienen en el cementerio corellano.

Así pues, ¡gracias por tanto P. Fermín!, descansa en paz y ¡ayúdanos desde ahí arriba!

DESCANSE EN PAZ.



Andrés J. Sanz Fernández

23/2/2021










sábado, 13 de febrero de 2021

CADA 14 DE FEBRERO, SAN VALENTÍN EN CORELLA

¿Sabías que en Corella se conserva una importante reliquia de San Valentín, patrón de los enamorados?

Cada 14 de febrero se celebra la fiesta de San Valentín, conocido también como el día de los enamorados, como conmemoración de las acciones que realizó el mártir romano Valentín.

Imagen de San Valentín y el milagro de la joven ciega.

Se cuenta que el sacerdote Valentín, desobedeciendo las órdenes dadas por el Emperador Romano Claudio II, hacia el año 270 d.C. casaba a los soldados romanos con sus damas a escondidas en las bodegas de las cárceles, algo que tenía totalmente prohibido el cristianismo. Al enterarse dicho emperador de que Valentín realizaba bodas en secreto, lo capturó y pidió que le justificara sus acciones. En principio el emperador solo buscó reprenderlo pero por presiones del funcionariado tuvo que mandar decapitarlo.

El milagro por el que más se le conoce es la curación de una joven ciega. Era hija de un juez y la conoció mientras estuvo en la cárcel en los días previos a ser decapitado. La joven le pidió que rezara, cosa que hizo Valentín, hasta el día en que lo llevaron a ejecutar y fue cuando le dio a la joven ciega un papel en el que ponía escrito “Tu Valentín”. La joven lo abrió y consiguió milagrosamente leerlo. Otras teorías cuentan que Valentín quedó prendado de la joven que necesitaba la vista y por eso se le nombra patrón de la amistad e incluso del amor.

Los restos de San Valentín quedaron depositados en unas antiguas catacumbas de Roma, hasta que en el siglo XVIII fueron descubiertos numerosos cuerpos de mártires sacrificados en los siglos de la persecución Cristiana. Al haber tanta cantidad de huesos de santos, el Papa ordenó repartir sus restos entre los países que durante siglos fueron fieles a Roma. Así, el Papa regaló al rey Carlos IV en nombre de España las reliquias del Mártir Romano.

Si hacemos búsqueda de las reliquias de San Valentín, las podemos encontrar en diversos lugares, siendo en España la más destacada, que contiene cráneo, los dos fémures y vértebras la de la Iglesia de San Antón en el barrio madrileño de Chueca.

Reliquias de San Valentín, en la Parroquia de San Antón de Madrid.

En España también hay localidades que conservan restos de San Valentín, como son Toro, Calatayud y Tobed, traídas estas dos últimas de Roma en el siglo XVI por el prior de la Real Basílica (hoy Colegiata) del Santo Sepulcro de Calatayud D. Bartolomé Gascón, para dicho templo así como para Tobed al ser encomienda de la orden del Santo Sepulcro.

Reliquias de San Valentín en la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud. Fotografía de Begoña Pérez.

Curiosamente, en Corella también tenemos una reliquia grande de dicho santo. Se conserva en el Convento de los Padres Carmelitas de la ciudad, siendo nada más y nada menos que la tibia derecha del santo y, se encuentra expuesta en un gran relicario de madera del siglo XVII. De su procedencia podemos decir que según la tradición oral del convento, la trajeron en los años siguientes a la fundación del Convento (1595) algún Padre General de la Orden, vinculado a Carlos I (al igual que la reliquia de Toro). A su vez, dicho relicario hace juego con otro de similar hechura.

Detalle de la reliquia de San Valentín del Convento del Carmen de Corella.

En ocasiones se ha expuesto ese relicario en la Iglesia del Carmen para veneración de los fieles. Además, el Convento del Carmen de Corella podemos considerarlo en la ciudad como el "pequeño Escorial" ya que es el templo que más reliquias alberga de Corella, siendo enseñadas en las visitas guiadas que se han realizado en ocasiones.

Según existe constancia escrita, la fiesta de San Valentín se celebra en la cristiandad el año 494, ya que con la conmemoración de dicho santo, además se extinguía la fiesta pagana dedicada a la fertilidad llamada Lupercalia, con el fin de establecerla como fiesta religiosa. Dos años más tarde, el Papa Gelasio I instauró la fiesta de San Valentín cada 14 de febrero.

La fiesta de San Valentín fue oficial en la Iglesia católica hasta que el papa Pablo IV la suprimió y el mismo Concilio Vaticano II finalmente en 1969 eliminó por completo dicha fiesta del calendario litúrgico.

Hoy, esta fiesta se ha convertido en el día ideal para mostrar como ocasión extraordinaria el amor hacia la familia, hacia la pareja y como un día para regalar obsequios tales como flores, plantas, viajes, etc.

Pidamos pues a San Valentín, del que guardamos su tibia derecha en el Convento del Carmen de Corella que siga protegiendo a los enamorados y consuele a los que buscan novios/as.

Feliz día de San Valentín.


©Andrés J. Sanz Fernández (14-2-2021)