lunes, 20 de abril de 2020

LA HISTORIA DE LA VIRGEN DEL VILLAR PARA NIÑOS/AS DE 4 A 9 AÑOS

Este año, por causa del Covid-19 no se podrá celebrar la fiesta de la Virgen del Villar, patrona de Corella y por ello, he querido dedicarle a todos los niños, especialmente de 4 a 9 años, este vídeo en el que cuento la historia de la Virgen del Villar, su leyenda de la aparición.



Espero que os guste.

Feliz día.

Andrés J. Sanz Fernández.

miércoles, 15 de abril de 2020

HOY ME HAN DEDICADO UNA JOTA.



Hoy, al igual que todos los días desde que comenzó la crisis sanitaria, fiel a la cita, a las 20 horas salía al balcón a reconocer la labor callada y constante de todos aquellos que con su trabajo y ayuda están colaborando con la sociedad.

La sorpresa ha sido grande, cuando al igual que todas las tardes, mi buen vecino Boni, Mayte y Suriñe, salen al balcón a amenizarnos con sus jotas y canciones corellanas.

Hoy, me ha tocado a mí la dedicatoria, como reconocimiento a la labor de investigación que trato de realizar sobre nuestra ciudad de Corella.

Ciertamente, que a veces nos gusta la palmada en la espalda y que reconozcan nuestra labor altruista y emotiva.

Millones de gracias familia, pues con vuestra voz conseguir alegrar y unir al vecindario que cada día nos congrega a las 8 de la tarde. Millones de gracias también por ese momento de reconocimiento a mi pequeña labor, pues motiva a seguir.

Hoy precisamente coincide con el día Mundial del Arte, aquel por el que tanto escribo y que tanto arte tenemos en nuestra ciudad.

Desde aquí, quiero compartir la dedicatoria a todos cuantos nos han dejado ya, a todos cuantos están enfermos, a todos cuantos ofrecen su tiempo por nosotros, a mis lectores y, en definitiva, a todo el mundo.

Al igual que dice la canción de Lucía Gil, titulada "Volveremos a brindar" describe muy bien el momento vivido hoy: "Pero son las 8 y has salido a aplaudir a tu ventana. Me dan ganas de llorar. Al vernos desde lejos tan unidos, empujando al mismo sitio. Solo queda un poco más".

Gracias a todos y mucho ánimo, de esta saldremos.


Un abrazo.

Andrés J. Sanz Fernández.


sábado, 11 de abril de 2020

LOS ALABARDEROS DE CORELLA: SÁBADO SANTO.



Aparentemente, muchos corellanos ya hoy Sábado Santo darán por concluida la Semana Santa, cosa que no es así, ya que hoy pese a ser un día triste, es un día de espera, es el día en que Cristo está en el Sepulcro a la espera de la Gloriosa Resurrección.

Numerosos municipios todavía hoy tienen diferentes procesiones y actos en memoria de la Pasión de Cristo, incluso mañana día de Resurrección, haciendo las conocidas “procesiones del encuentro” en el que se une Cristo (resucitado o en la custodia) con la Virgen María.

En Corella sin embargo, hoy es un día casi vacío en la actualidad, que se aprovecha para recoger los pasos, para descansar. Otros tantos, esperan ansiosos la celebración de la Vigilia Pascual de esta noche, donde celebramos la Resurrección de Cristo.

Ahora bien, hoy sábado, es especialmente cuando hasta hace unos años tenían especial función los alabarderos en nuestra ciudad. Por eso, ante las varias peticiones para que escribiera la historia de ellos, he querido hacerlo hoy y no ayer, ya que hoy dichos alabarderos concluían su largo trabajo de tres días custodiando a Cristo en su pasión y muerte.

Por tanto, dedico este pequeño estudio al grupo de 12 alabarderos que con gran cariño conservan sus antiguos trajes y cada año hacen lo posible por salir en la procesión, sin haber aceptado abrazar la modernidad de los nuevos trajes. ¡Va para todos vosotros!

Grupo actual de los 10 alabarderos antiguos que salen cada Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro de Corella.
También va dedicado a los portadores de los nuevos alabarderos, para que conozcan su historia y evolución, pues gracias a todos (los nuevos y viejos) se hace más solemne y amplia nuestra tradicional procesión del Viernes Santo. ¡Seguid participando!

Guión de la nueva centuria de alabarderos de la procesión del Viernes Santo de Corella.

Lo primero que vamos a hacer es conocer a qué llamamos alabarderos, ya que nos referimos a la representación del grupo de soldados romanos que acompañaron a Cristo hasta el Gólgota y que crucificaron. Visten armaduras metálicas articuladas que producen un ruido emotivo y característico.

En el caso de Corella, Cintruénigo, Fitero, Alfaro, siguiendo la tradición marcada por la Diócesis de Tarazona (a la cual pertenecíamos hasta 1956) todavía hoy son una parte importante de diversos actos de la Semana Santa, siendo nuestra ciudad la que más les ha recortado su función.


Grupo de alabarderos de la antigua centuria.

El mismo Evangelio, nos da pistas de la función que tenían los alabarderos estos tres días, ya que sabemos que fueron quienes apresaron a Cristo, lo llevaron ante Pilato, lo acompañaron hasta el Gólgota (donde lo crucificaron) y finalmente, custodiaron su cuerpo en el sepulcro gracias al permiso que Pilato les dio por el temor que había de que los discípulos robaran el cuerpo de Jesús de acuerdo a estar escrito en las Escrituras, que al tercer día resucitaría.

Es por ello, que los alabarderos de Corella, asistían a los siguientes actos:
  • Jueves Santo: custodia en el Monumento de la Parroquia de San Miguel, haciendo los correspondientes relevos. Todavía hoy se hace en las Parroquias de Cintruénigo y de Alfaro.
Monumento de la Parroquia del Burgo de Alfaro, donde los alabarderos custodian el Monumento.

  • Viernes Santo: Solemne Función del Descendimiento de Cristo de la Cruz, ya que eran quienes vigilaban el acto de descenso del Cristo de Pedro Sanz de Ribafrecha de la Parroquia de San Miguel, quedando custodiando el sepulcro hasta la hora de la procesión. En la actualidad y desde el año 2022, acompañan al Cristo muerto hasta la Parroquia del Rosario por la mañana.
Alabarderos antiguos en la Función del Descendimiento, recuperada en la Iglesia del Carmen de Corella, año 2019.

Imagen de los alabarderos ante el retablo lateral de la Parroquia de San Miguel custodiando el acto del Descendimiento de la cruz, a las 13.30 horas del Viernes Santo.


  • Viernes Santo: Procesión del Santo Entierro de Corella: divididos en dos centrurias, por un lado la de la Parroquia del Rosario acompañaba al Crucificado (paso procesional junto con San Juan y la Virgen) y por otro, la centuria de San Miguel acompaban el paso procesional del Santo Sepulcro.
Tradicional cruce de alabarderos en la calle San Miguel. Año 1958, fotografía procedente del archivo Foto Alfredo.

  • Sábado Santo: durante todo el día, velaban el cuerpo yacente de Cristo colocado en el sepulcro, que era colocado en el altar de la Parroquia de San Miguel de Corella, a la que podía ir el pueblo fiel a rezar.

  • Sábado Santo: Vigilia Pascual, se encontraban vigilando el Cristo yacente y en el momento del Gloria, los soldados romanos caían al suelo rendidos mientras desaparecía el cuerpo de Cristo yacente (retirado por tres personas) como símbolo de la Resurrección. Una bonita ceremonia que todavía se conserva en Villafranca, a la que le llaman “ceremonia de los Dormidos”.

Ya hemos visto, que los alabarderos eran unas figuras importantes dentro de la Semana Santa, ya que además de aportar vistosidad a los actos, daban ese profundo respeto que imponían como autoridad.

Dos alabarderos de los antiguos junto con San Pedro apóstol, en el estudio de Foto Alfredo, el día 27 de marzo de 1970. Fotografía del archivo de Foto Alfredo.
Hablar de los alabarderos era vincularlos al paso procesional del Santo Sepulcro, ese que se confeccionó para la imagen del Cristo articulado de la Parroquia de San Miguel realizado en 1655 por el escultor Pedro Sanz de Ribafrecha.

Dicho paso procesional ha sufrido muchos cambios, ya que se han conocido un total de tres pasos diferentes para alojar la imagen. El primero de ellos era a modo de cama, una tarima simple, con 4 palos para que fuera llevada por 4 porteadores.

El segundo, que fue el que más duró en el tiempo, era una bonita urna de cristales emplomados, a modo de ataúd, que se confeccionó en 1804 según las cuentas recogidas en la Cofradía del Descendimiento de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Corella y que salió en procesión hasta el año 1942, ya que en 1943 se adquirieron a Pamplona las actuales andas, por una suma total de 13.612,15 pesetas.

Paso actual del Santo Sepulcro. Fotografía de 2015.
A pesar de ello, el antiguo sepulcro (que durante años se guardó en la entrada junto a la escalera de la Casa de las Cadenas) permaneció en Corella hasta los años 70, que fue llevado a Pamplona y ya jamás se supo de él. El motivo de guardarlo en la Casa de las Cadenas fue que la familia Lasantas eran los encargados de la citada Cofradía, guardando también ahí el ajuar de la Virgen de la Soledad.

Desaparecido sepulcro de Corella. Año 1968, fotografía de Foto Alfredo.
Volviendo al tema de los alabarderos, para hablar de su origen en Corella, podemos decir que el primer dato escrito que encontramos y que hace referencia al vestido del centurión es un inventario que firma la abadesa de las Madres Benedictinas de Corella el día 22 de abril de 1821 en el cuál hace una lista de todos los bienes que se han llevado a guardar al convento de la Encarnación de Corella y, entre los que está “todo el vestido del centurión”.

Años más tarde, a fecha 14 de mayo de 1853, aparece recogido que D. Ángel Oñate deja en su testamento como destinatario de los bienes procedentes de la Cofradía del Descendimiento de la Parroquia de San Miguel a su sobrino D. Pascual Pérez y Oñate, y en dicho inventario aparece lo referente a los alabarderos reco­gido así: “El vestido de centurión que se corresponde coraza y brazos, sombrero tricornio, y faldas de terciopelo negro, además la bandera con las Santas llagas”. De aquí, vemos que dichos ala­barderos estaban incardinados en la Parroquia de San Miguel y, más en concreto, sus armaduras eran propiedad de la Cofradía del Descendimiento; también vemos las partes que tenía el uniforme y, cómo era el bordado de la bandera del guion (que llevaba bor­dadas las Santas llagas de Cristo).

Será ya un poco más tarde, cuando se recoge por escrito que el al­calde de Corella D. Fermín Gómez, a fecha 18 de febrero de 1872, recibió de manos de Pascual Pérez y Oñate todo el vestuario del centurión. También conocemos que pocos años más tarde fue ven­dido dicho vestuario por estar obsoleto. Tres armaduras completas de aquellas las adquirió un Guardia Civil destinado en Corella (a comienzos del siglo XX) para ponerlas en uso en la procesión de su pueblo natal, en un municipio de Álava, en el cual estuvieron salien­do en procesión hasta los años 60. Casualidades de la historia, tras llevar muchos años fallecido ese señor, un amigo sacerdote me puso en contacto con la familia heredera, la cual me regaló esos tres uni­formes de alabardero que regresaron después de más de cien años a Corella, los cuales restauré y conservo con gran cariño al ser una joya de nuestra historia y encontrarse completos. Durante la Semana Santa de 2015 tuve la oportunidad de exponerlos al público en el comercio de mi amiga Syra, ubicado en la calle Mayor y en la actualidad los usamos para la Función del Descendimiento que preparo en la iglesia del Carmen de Corella.

Antiquísimos trajes de alabardero, que expuse en el año 2015 en el local de Syra Moda, en la Calle Mayor de Corella.
Esos trajes del centurión fueron sustituidos por unos nuevos, que se fueron realizando en sucesivos años, comenzando en 1875 y, con­cluyendo la realización de los mismos en 1932. Tenían un elevado coste, pues requerían muchas horas de trabajo para poder dejarlos a la perfección y, según datos contrastados, sabemos que comenza­ron costando 14 pesetas. En 1932 acabaron siendo vendidos por 32 pesetas. Nuestra familia Fernández adquirió uno de ellos en 1930 que en un reparto de herencia pasó a otro hermano de mi abuelo materno. Esos uniformes requerían cada año la puesta a punto por parte de los propietarios, ya que anualmente se solían pintar de pur­purina dorada y plateada. Llevan una alabarda de metal (que le da gran realismo) y faldas de terciopelo negro con remate blanco (siendo cambiado en la actualidad un fleco dorado).

En total se realizaron 9 trajes para el centurión de la Parroquia de San Miguel (identificados por una figura femenina en dicho escudo como una pastorcilla, llevando faldilla verde oscura con fleco dorado) y 9 trajes para el centurión de la Parroquia del Rosario (que tienen una figura masculina en el emblema del escudo, y llevaban faldas negras con flecos blancos).

Escudo del centurión de la Parroquia del Rosario (primero) y escudo de los de la Parroquia de San Miguel (segundo).
Seguramente que muchos lectores habrán conocido al denominado “Maca” como jefe de centurión de la Parroquia del Rosario y al “Quintín” como jefe de centurión de la Parroquia de San Miguel, siendo finalmente ambas centurias unidas en los años 80 en un único grupo, que procesionaba junto al paso del Santo Sepulcro.

Fotografía de Miguel Ángel Segura, de los antiguos alabarderos, todavía hoy desfilando en la procesión. Años 80.
Ahora bien, tristemente, el grupo de los alabarderos se ha visto mermado en los últimos años (y esto comenzó hacia el año 1990) cuando la Hermandad de la Pasión les convocó a una reunión, para comunicarles que se iban a hacer unos trajes nuevos (con el fin de retirar los viejos) comprados en Almagro (Ciudad Real). Las condiciones eran las siguientes: por un lado, cada traje tenía un coste de 185.000 pesetas, pues estaban realizados en acero inoxidable; los trajes los pagaban los particulares pero se guardarían en la Hermandad con el fin de asegurar su salida cada año; existía la posibilidad de pagarlo a plazos mediante préstamo, con un coste total de 215.000 pesetas.

Antiguo alabardero en la Procesión del Santo Entierro de Corella, un Viernes Santo.
A todo esto, la mayoría de los propietarios de los alabarderos viejos se negaron y la Hermandad adquirió un total de 11 trajes nuevos, a los que luego dos años más tarde añadieron la compra de otros 11 más, teniendo en la actualidad un total de 22 trajes. Ese año, la sorpresa fue monumental cuando fueron con sus viejos trajes a la procesión y se encontraron con que algunos habían sucumbido y salían con trajes nuevos. A su vez, sólo fueron seis los valientes que salieron con sus antiguos trajes aunque les desplazaron, no dejándoles salir con el paso procesional del Sepulcro y tuvieron que hacerlo detrás del paso del Cristo del Perdón tal y como siguen haciendo todavía hoy. Cuando va a salir en la Procesión del Viernes Santo el paso procesional del Cristo del Perdón, los alabarderos antiguos le hacen el pasillo para luego desfilar tras el paso. Los primeros años, la Hermandad de la Pasión alquilaba los trajes nuevos de alabardero por un total de 2.000 pesetas.


Cuatro miembros de la familia Arellano "Chirinos" con los trajes de alabardero antiguos. ¡Gracias y seguid así!
Entre todo esto, tristemente, jamás se supo ya del antiguo pendón o estandarte – banderín que tenía la antigua centuria, así como algunos de los 18 trajes antiguos dejaron su función para siempre. Menos mal que todavía hoy, un grupo de amantes de nuestra historia, como son la familia Arellano “los Chirinos”, los Ayusos, etc. Siguen preocupándose por conseguir que salgan en procesión unos 10 trajes de los antiguos, que cada año con mucho mimo retocan.
Cara y revés del actual banderín de la antigua centuria.
Fruto de esa pasión por lo antiguo, hace unos 6 años consiguieron un estandarte – banderín de terciopelo negro, que por un lado tiene bordado el escudo de Corella y por otro lado las cinco llagas como símbolo de la Pasión de Cristo y que lo lleva el alabardero guía. Este año, a su vez, mi amigo Daniel Arellano ha adquirido otro bonito estandarte de terciopelo negro, en el que aparece bordada la fecha de 1875, año en el que se da comienzo a esta centuria de alabarderos.

Nuevo estandarte que se hubiera estrenado este año, por parte de la centuria de antiguos alabarderos.
Todavía hoy, siguen realizando ese vistoso cruce en las esquinas de las calles, en el que los alabarderos de la fila derecha pasan a la izquierda y viceversa, estando presididos por el jefe con una espada más larga, con el fin de hacer el saludo final a la entrada de la iglesia.

Por todo ello, cada Viernes Santo, al grupo de los antiguos alabarderos que procesionan tras el Cristo Agonizante, se une en la procesión pero en centuria diferente el grupo de los nuevos, que custodian el paso procesional del Sepulcro, estando algún año (si es que salían los 22 trajes)  dividida la centuria en dos grupos.

Alabarderos antiguos, año 1978. Foto Alfredo.
En la actualidad, los alabarderos son una perfecta muestra de participación, ya que anualmente salen en las dos centurias bastantes personas que de forma muy estilosa y a ritmo, custodian tanto el Cristo agonizante como el sepulcro y se van actualizando a los tiempos actuales, al ser ya varias mujeres las que también salen vestidas de alabarderos. ¡Enhorabuena a todos los que año tras año hacéis que la tradición de los alabarderos de nuestra procesión no se pierda!

Quiero también en este artículo dar a conocer ciertas curiosidades sobre los alabarderos de Corella mediante un “¿sabías qué?
·  ¿Sabías que los alabarderos de las parroquias tenían una sala sólo para ellos?
En ambas parroquias, las centurias de alabarderos tenían una sala que utilizaban para vestirse y permanecer a la espera de que les tocara hacer la guardia; era conocida popularmente con el nombre de “sala de lanceros”.
En la Parroquia de San Miguel también se le conocía como “cuarto de la Hermandad de la Muerte”, estando en origen esa sala sobre las bóvedas de la nave lateral izquierda, a las que se entraba por una puerta que hay hoy a la subida al coro alto. En esa sala estaba también el óculo que da a la cúpula desde la que se hacía la Función del Descendimiento, donde se manejaban ciertas cuerdas para la escenificación. Años más tarde cambiaron la sala aquella por la pequeña sala que hay bajo la torre derecha, entre el coro alto y el órgano.
En la Parroquia del Rosario, la sala de lanceros estaba, al igual que en San Miguel, entre el coro alto y las tribunas de la nave lateral derecha, con un balcón que da a las escalerillas del Rosario, hacia el conocido “rompebragas”.

·  ¿Sabías que los alabarderos de Corella son protagonistas de una conocida canción corellana?
Dicha canción, últimamente cantada por la Rondalla Centinela, tiene por título “el tío Pele” y en una de sus estrofas dice así:
El Barenas al Arrate
con las latas de tomate
un traje le va a soldar,
van a salir los toreros
vestidos de alabarderos
el jueves a torear.

La historia venía de que “el Barenas” conocido por cerrar los botes de conservas en su casa del Mercado (Plaza de los Fueros) era uno de los grandes manitas de Corella para arreglar los trajes de alabarderos, haciendo muy buenos apaños, con remaches, chapas, etc. De ahí viene esa estrofa de la canción, pues además, al vivir frente a la Parroquia del Rosario numerosas ocasiones socorría a los alabarderos antes de salir en la procesión.



·¿Sabías que José María Iribarren nos contó su experiencia sobre los alabarderos de Corella en 1954?
Tras uno de sus viajes a Corella para ver la Procesión de Viernes Santo, escribió un bonito artículo sobre la misma y en el apartado de los alabarderos dijo así:

(…) a la Parroquia del Rosario, de donde parte una pequeña comitiva, con los alabarderos y tres pasos, a incorporarse al resto de la procesión que saldrá de la iglesia de San Miguel.

En la sacristía están formados los soldados romanos. ¡Tipos curiosos! Su atuendo se compone de lo siguiente: Un yelmo medieval, con la visera alzada y un plumero tremendo, una coraza ¡muy abombada! de color aluminio, con las hombreras y coderas de purpurina de oro. Unas faldillas de terciopelo negro con flequillo de plata, que parecen de catafalco. Y cubriendo sus muslos y pantorras unas polainas de latón, pesadas y cilíndricas como «monas» de picador: unos tubos de estufa rematados abajo por una especie de lengüeta movible, que a cada pisotón salta sobre el empeine, produciendo un sonido metálico de una tapa al cerrarse. Todos ellos empuñan alabardas como las que hace un siglo usaban los serenos.

El traje de estos legionarios resulta tan extraño, tan anacrónico, que el dibujante de la expedición aparta a uno de ellos para que pose ante él, mientras toma su apunte, le pregunta:

-¿Quién eres tú?
- El Potoño.

A mi amigo le hace gracia el apodo. Otro soldado se lo confirma:

      -De verdá. Ponga usté que es el Potoño, el campanero de San Miguel. (…).”

     Y continúa con el característico sonido, explicado muy simbólica y graciosamente.
Dibujos realizados para ilustrar ese escrito, en 1954.

·  ¿Sabías que los alabarderos de Corella son los más grabados en un vídeo de 1970?
Entre el numeroso archivo que conservo, encontramos un total de 3.236 fotografías antiguas de la Semana Santa de Corella, que realizó Alfredo Jiménez (Foto Alfredo) entre los años 1950 a 1990. También varios vídeos de 8mm y super 8mm, de los que poco a poco os iré haciendo partícipes. Ahora quiero publicar este vídeo de la procesión de Viernes Santo de Corella grabado en el año 1970, centrado en los alabarderos especialmente. Espero que os guste.


Y ya, finalmente, vuelvo a expresar mi más sincero reconocimiento y admiración por ese grupito de unas 10 personas que año tras año desfilan en la procesión con esos antiguos trajes que con tanto mimo y orgullo conservan. 

Seguid así, con vuestro ejemplo y motivad a aquellos que todavía tienen trajes antiguos guardados a que recuperen su función y os acompañen. ¡Enhorabuena y gracias!

Mucho ánimo y feliz Sábado Santo.




©Andrés J. Sanz Fernández 

11/04/2020 - Sábado Santo.


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