lunes, 20 de mayo de 2013

DESTACABLES CARROZAS EN NAVARRA.

Puede resultar extraño hablar sobre carrozas y más en concreto, centrarlo en nuestra Navarra; pero en esta ocasión, motivado por una consulta, considero que se puede hacer una buena reflexión.

En primer lugar la consulta surge a raíz de la carroza expuesta en el palacio de los Condes de Guenduláin de Pamplona, ubicado frente a la plaza del Consejo.

Pues bien, podemos comenzar por decir que es una espléndida  berlina o carroza de comienzos del Siglo XVII, que desde su realización ha permanecido a los Condes de Guenduláin y se guardaba en el palacio que dichos condes tenían en las inmediaciones de Pamplona.

En el año 2006, fruto de algo nada novedoso, que no es otro que el decaer de familias nobles que durante siglos se han dedicado a la labranza, tuvieron que vender el arruinado y casi ruinoso palacio con el objetivo nada claro de realizar una especie de ciudad o barrio ex novo a las afueras de Pamplona.

Como suele suceder, la venta de dicho palacio estaba unida a la venta del rico o peculiar patrimonio que había albergado durante siglos. La opción de venta del Patrimonio Artístico fue clara, subastar en la casa de subastas Christie”s de Londres el día 10 de noviembre de 2006 un conjunto de 103 lotes por un montante de 1,4 millones de euros. Pesados bajo el canon de la legalidad patrimonial española, el Ministerio de Cultura denegó el permiso para exportar 17 lotes fuera de España por considerarse imprescindibles para el arte nacional. De aquellos 17 lotes, 8 fueron adquiridos por el propio ministerio, mientras que los 9 restantes los compró la Consejería de Cultura y Turismo de Navarra, presidida en aquel momento por Juan Ramón Corpas. Respecto a los lotes de Navarra, destaca un precioso copón gótico así como un biombo del siglo XVI o un arca japonesa de finales del S. XVII.

Entre los lotes que fueron adquiridos por dicho ministerio, encontramos la berlina que en la actualidad se encuentra expuesta en el antiguo zaguán del palacio de los Condes de Guenduláin de Pamplona, hoy transformada en hotel.  

Y respecto a las características técnicas, es una carroza realizada a comienzos del siglo XVII en talleres toledanos, con policromía de óleo sobre madera de caoba y haya junto con una exclusiva policromía dorada donde en las puertas se luce el emblemático escudo condal de sus propietarios. También se conserva expuesta en dicho palacio una silla de manos cubierta similar a la berlina y copia de la que existe en el Palacio Episcopal de Tarazona.

Nada envidia la carroza comentada a otra que disponemos más cerca, se encuentra en Tudela en el Palacio del Marqués de Huarte. A los que nos gusta el arte barroco o más en concreto el Rococó francés, podemos ver el máximo esplendor y riqueza en cuanto a técnicas y estilo, ya que sigue el modelo isabelino, así como los modelos de carroza establecidos para el traslado del Viático de Enfermos o de las procesiones con el Santísimo por nuestras calles.

Pertenece al igual que la carroza de los condes de Guenduláin al siglo XVII, pero en este caso a finales del mismo. Ya cambia su gusto por la apertura, pues dispone de más acristalamientos y entre su decoración se encuentran escenas cortesanas. Merece especial referencia su tapicería interior con ricos bordados y sedas naturales.

Desde estas líneas, os animo a ver ambas joyas navarras en cuanto al arte de la hípica corresponden y no por ello, debemos olvidar o debe pasar desapercibido el incomparable marco de belleza singular en donde se encuentran expuestas.

La primera carroza citada, se encuentra a la entrada de un hotel, pero no ponen ninguna objeción a la hora de visitarla, mientras que la segunda carroza (La Tudelana, tal y como le llamaba José María Iribarren) se encuentra en el palacio del Marqués de Huarte, actualmente archivo de la localidad; siendo un flamante palacio con escalera de cuatro planos y una cúpula que inspiró la realización de la bóveda del palacio de los Virto de Vera de nuestra localidad, de Corella.

También es loable destacar la silla de manos conservada en el Palacio del Conde Rodezno de Villafranca, el cual, muestra interés tanto arquetectónicamente como a nivel patrimonial.

Un último aspecto a destacar y que suele pasar desapercibido entre los admiradores del arte, es la influencia que las carrozas de viáticos tuvieron en la retablística barroca. Localidades como Logroño (La Rioja) disponen de grandes carrozas para la procesión del Corpus Christi y Corella como cuna del Barroco navarro-aragonés no será menos, ya que el cuerpo central del sagrario sobre el banco del retablo mayor de la Parroquia de San Miguel sigue la traza de carroza sacra, por encargo del cabildo parroquial a Juan Antonio Gutiérrez según el contrato de realización.  Explicarlo sería distar del tema que nos ocupa, por lo que en otra ocasión me centraré  en lo comentado.

Así pues, a modo de conclusión, animar a todo interesado o admirador del arte a contemplar las dos magníficas carrozas que tenemos dentro de nuestra comunidad y que en muchos casos han pasado desapercibidas.


© Andrés J. Sanz Fernández 
20-05-2013, Corella (Navarra)

Carroza de los Condes de Guenduláin. Pamplona. Siglo XVII.

Silla de mano de los Condes de Guenduláin. Pamplona. Siglo XVII.

Silla de manos del Conde Rodezno, S. XVIII, Villafranca.

Ruinas del palacio de los Condes de Guenduláin. Cuenca de Pamplona.

Berlina del Marqués de Huarte. Tudela. Siglo XVII.

Cúpula del Palacio del Marqués de Huarte. Tudela, Siglo XVIII.

Fachada del Palacio de los Condes de Guenduláin. Pamplona. Siglo XVII.

Berlina del Marqués de Huarte. Tudela. Siglo XVII.

Escalera de cuatro ángulos del palacio del Marqués de Huarte. Tudela. Siglo XVIII.

Detalle de la berlina del Marqués de Huarte. Tudela. Siglo XVII.



© Andrés J. Sanz Fernández 
20-05-2013, Corella (Navarra)

2 comentarios:

  1. Muy bien explicado. Muy ilustrativo y con profusión de datos.

    Un saludo

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  2. Muy interesante y muy bien explicado.Esperando el próximo tema

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